El sábado cené con Melki Chichery y sus amigos: estaban los periodistas gráficos de la Agencia EFE, aventureros de guerra, fotógrafos publicitarios y artísticos. Nos sirvieron un estupendo rabo de buey, hablamos de todo y bebimos bien, hasta bien entrada la madrugada.
Jacobo Plaza, retratista de la escena rock, nos contó la historia del fotógrafo Paul Guillaume, que carecía de leyenda dorada, pero que dicen fue íntimo de Modigliani, cuando todos sus amigos habían dado de lado al artista italiano, y que Paul fue el único comprador de su obra, y estuvo junto al pintor en sus últimos días, en aquel frío enero parisién de 1920, y que caminó tras su féretro hasta el cementerio de Père-Lachaise. No le viene de ahí su fama sino de haber colaborado con la luz de su cámara en la obra de su amigo Modigliani, que dicen se basó en sus fotografías para pintar sus “Retratos de Amigos” y sus “Desnudos con Sombrero”, y que Guillaume compartía con Modigliani la misma pose de artista bohemio, y que soñaba con ser artista, como su amigo, pero que él no lo consiguió. Las ciudades viejas –añadía Jacobo– están llenas de artistas o pájaros sin fama ni historia.