No
eres
nadie si no tienes chófer. Para salir por ahí, para ir al trabajo o para
moverte de casa en casa necesitas chófer. Los nuevos ricos no lo entienden: sin
chófer no eres nadie. Lo ideal, además, es que el chófer (30 mil euros), el
coche (Audi A6, 120 mil euros) y los gastos (seguros,
mantenimientos, peajes, aparcamientos, gasolinas y demás.
Otros 60
mil euros) estén a sueldo del gobierno.
Del gobierno que sea: ayuntamiento, diputaciones, consejerías, presidencias o
ministerios, qué más da. Sin chófer no eres nadie y si
el chófer es de sueldo público, mejor.
Nadie puede inaugurar aeropuertos,
estaciones de tren o intercambiadores de autobús si va
en transporte público, nadie puede acudir a la recepción de la Embajada, al palco del Bernabéu
o a una boda en el Escorial, en su propio coche. El chófer oficial y su coche entran por otro lado,
aparcan con preferencia y guardan discreción. Si nunca han levantado la barrera para que pasara
tu coche oficial, tú no sabes lo que es
formar parte de la cúspide, no eres influyente ni te sabes relacionar.
Además, si el chófer te hace de
guardaespaldas (otros 60 mil euros, si es con pistola) mejor. Uno tiene que
estar prevenido de lo que pueda pasar, en estas altas esferas de la sociedad
los imprevistos se pagan caros, cualquiera puede acercarse en un evento abierto al público, hasta un
ciudadano indignado podría intentar decirte algo directamente
a la cara y decírtelo a gritos y montarte un
escrache, cuando uno quiere pasar desapercibido y entrar discretamente al
Hipódromo con su señora o amante, su guardaespaldas y su chófer
oficial.