Jordi Lahispaniola


Asistente de artistas... ahorita mismo descansando


Ociosas de Pontevedra

               
               En Deán  —unida a Caramiñal—  cada tercer domingo de septiembre sale la procesión del Nazareno, con los ataúdes de los que prometieron desfilar vistiendo la mortaja si lograban salvar la vida en un trance difícil. Lola y Sonia portan un féretro color violeta en recuerdo de la noche que se prometieron matrimonio, armaron su compañía de teatro itinerante y se fueron a rolar por los pueblos con su compañía lésbica.

               — Te digo que deberíamos montar una escena como la que hoy hacemos con nuestra caja de muerto.
                  ¿Cómo va ser?... esto sólo funciona aquí que son muy macabros.
                — El teatro es el espacio de lo único, lo singular e irrepetible. Lo que se muestra en escena no vuelve a suceder jamás de la misma manera. Hay que meter la metafísica en los espíritus por la piel. Por ejemplo si yo me levanto, salgo del ataúd y te chupo las tetas en medio del escenario, todo cambia en el público de repente. La muerte y la vida se confunden y hasta se acuestan juntas.